ELS TEUS ULLS


Un segon dins dels teus ulls ben segur que em contaminen,
amb aquest blau tant intens tot el món se t'il.lumina.
Els somriures se t'escapen encara que vas enfadada,
però no és ben bé del cert perquè tu mai no t'enfades.
I el sol ha obert la llum del dia, tu amb ell, despertes eixerida,
caminant passeges sense anar enlloc, això no és el que importa,
t'interesses per la gent que trobes i,
en silenci els estimes.
Ben segur que algú s'hi fixa i, ens uns instants perdràs el món de vista,
un somriure, una mirada i, ja et tenen conquerida.
És senzill, sense maleses, tot ple de bones intencions,
en el blau dels teus ulls,
tot s'hi reflexa.

DESNUDA Y SOLA

MELODÍAS SE ENTREMEZCLAN
ENTRE LA PRISA Y LA IMPACIENCIA,
UN SUSPIRO QUE NO ACABA
ESPERANDO LA LLEGADA DE UNA VOZ.
EL TELÉFONO NO SUENA,
LA NOSTALGIA QUE CONDENA,
Y UN RECUERDO ALIMENTA,
TODO HABÍA SIDO MUCHO MEJOR.
AL DORMIRSE ENTRE SUS BRAZOS
ESA CALMA LE ABRIGABA
ESPERANDO UN NUEVO DÍA
PARA VER SALIR EL SOL.
Y LAS LÁGRIMAS VIAJARON
EN ESE PEQUEÑO CORAZÓN,
ATRAVESANDO LA INOCENCIA,
DEJÁNDOLA DESNUDA Y SOLA HOY.
CON EL FRÍO QUE ELLA SIENTE,
LLEGÓ LA INCOMPRENSIÓN,
LAS PALABRAS QUE NO LLEGAN
ESA NO ES SU CONDICIÓN.
NO QUISO VIVIR EN LA CONDENA
DE UN LAMENTO EN ESTA CANCIÓN.
DESNUDA Y SOLA, CON ESE FRÍO DE REPENTE,
VA BUSCANDO ENTRE LOS SEGUNDOS
TODO LO QUE ELLO SIGNIFICÓ.

DE LAS LÁGRIMAS AL MAR


Un dragón rojo sobrevuela la ciudad, pasa fugazmente y va más allá, de repente una ventana, tras su cristal, una niña, no para de llorar. El dragón se detiene y se contagia de sus lágrimas sin más. Al sentir tanta tristeza su vuelo no puede controlar, despacio su cuerpo pesa y se desploma hacia el mar. La niña ve un destello rojo en el cielo y de repente sale corriendo para ver hacia donde va, baja acelerada los peldaños, y mientras se apresura, con el viento y la velocidad, sus lágrimas van cesando y su rostro se va sonrojando cada vez más. Al llegar a la bahía ve al dragón surcando en el agua casi sin poder nadar, le mira, el dragón le sonríe pero ya no le quedan muchas fuerzas más. Ya no puede sostenerse, sus alas mojadas no le dejan volar, se va hundiendo despacio, con aplomo hacia el fondo va, hasta cuando aguantará. La niña no puede soportarlo pero se queda allí mirando, con todo su amor le acompaña y le dice que no le abandonará, le acaricia el rostro, lo hace con ternura y aún con tanta dulzura el dragón no resiste mucho ya. Su cuerpo se va hundiendo - no te vayas, quédate conmigo en este lugar, no sé que ocurrió pero te amo mucho y no puedo verte marchar-. El dragón desapareció por completo y la niña creció esperando a que volviera a salir a flote, allí se quedó, con todo su amor le aguarda por si un día al fin le puede dar ese abrazo que no le dio. Por las noches escucha sus aleteos intentando escapar del agua salada que un día les unió, de las lágrimas al mar, el mismo sabor entre ellos para toda la eternidad. En la brisa marina se regalan besos y con ese amor imposible se han quedado perplejos, una de piedra y el otro bajo el mar.