AMIGAS

Luces de Neón en ese oscuro callejón. Cristina giró la esquina y por ello perdió la mitad de su vida. De día trabajaba en una cafetería y gracias a eso conoció a María. María siempre se sentaba en el mismo rincón y siempre, o casi siempre, leía, sobre historias para escapar de su rutina. A ratos miraba a Cristina, esa camarera con cara de niña. Las dos se detuvieron un rato y se hicieron caso, luego amigas. Cada una seguía en lo suyo, siempre perdidas en lo que eran sus días. Eran vidas muy diferentes pero las risas fluían en sus minutos en compañía.Dos de cada cuatro, a veces, se detienen un rato, paran sus mundos y ven los de otros, en ello se puede apreciar mejor la vida. Que lástima la otra mitad que no mira lo que tan cerca tiene cada día. El tiempo pasa deprisa, incluso demasiado, más de lo que se quisiera, no hay horas suficientes para hacer todo lo que uno desearía pero si unos ratos se llenan de alegría parece que todo pasa, y pasa, se va y aunque vuelva, menos pesa. A tu vera, vera verita vera, yo a la tuya y tú a la mía, el sol se pone, el sol sale, la noche cubre los días y abraza la mañana, todo se complementa, unidos por un hilo allá lejos en la frontera, lo que no se ve no quiere decir que no exista. En el silencio de mi imaginación lo real resulta absurdo y la realidad abruma, pero al fin y al cabo, que bella es la vida.

DESPERTAR

Despertar, en un nuevo día, y sin más cruzar el mar, el horizonte y todo lo de más allá. Despertar, de un letargo silencioso y constante, salir de nuevo a pasear. Despertar, y pensar que todo fue un mal sueño, una pesadilla, un horror que pronto hay que olvidar. Despertar, seguir siendo alegría, constante amor y, sin más, otra vez despertar. Despertar, con un poco más de vida, unos días nuevos de madurez, con mil cosas que sucedieron y sin quererlo todo salió del revés, aún y así, despertar, calzarse las zapatillas, ponerse la bata, quitarse los rulos y empezar el día absorbiendo esa rutina que aburre al caminar. Despertar, al fin y al cabo de nuevo despertar.


Despertar, es lo que hice hoy, y sé que aunque alguna cosa me dolió, despertar es siempre lo mejor, y muy fuerte lo grito. Quiero despertar de nuevo una y otra vez para hacer algo tan sencillo y pequeño como ver el sol caer al final del día.