AMAR


Las flores son rojas, las que más me gustan, hay de otros colores pero cada uno las mira a su manera. Yo la busqué roja porque palpita en mi interior con su color, el mismo que el de mi corazón. El olor es profundo y su fragancia se viste de elegancia a mí alrededor, sin pretender conquistar nada conquista todo a cada paso que da. Sentada en la soledad de ese momento, el que queda después de amar y no entiendo, siento como si se hubiesen llevado lo más grande que hay en mí y, esa que soy yo, la veo volar a mi alrededor, flotando y sonriendo sin más. Un segundo, un instante pero como el más grande. Un beso, un abrazo, ese gran abrazo que no sé dar, lo escondo entre las palabras que viajan por este lugar. Amar, sentir, vibrar, ser capaz de todo y más, todo por cuánto me puedan dar, todo por cuánto doy, todo por lo que no hay más que ese don de atravesar el tiempo sin espacio ni lugar. Surcar entre los bastidores de este gran lugar, entrar, salir, que más da, todo da igual y las voces se convierten en esos suspiros que entonan dulces canciones y, los gestos no son más que meros movimientos al azar, después se posarán en algún rincón de la memoria y nos harán recordar. Amar todo aquello cuánto me pueda elevar. Me elevan y cada vez me quiero elevar aún más, droga que probé y deseo probar casi al instante después. Pasión, desenfreno, sin control hasta la saciedad, que el ser se eleve y cada vez se aprenda como la primera al volver a amar, porque se puede amar de mil maneras pero en todas lo único que cuenta es amar de verdad, y entonces el color con que lo sientas, en seguida lo verás.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.
.
sin un temblor de más,
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.
.
Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición
.
Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor.
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
.
Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan la jornada.
.
Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van,
no queda nada.
.
Ya mi rostro de vos
cierra los ojos.
.
Y es una soledad
tan desolada.


M.B