DESEO

La dulzura te envuelve en ese manto delicado mientras vistes el día de palabras cargadas de sonidos que susurrados al viento no se pierden distantes ni se quedan en cualquier esquina. El reflejo de tu propia sombra se moverá con la misma elegancia y energía tras tus pasos y, caminarás, y caminas, vas sin prisa, no te detienes, ahora te vi pasar, creo que es el momento y, si me agarro en este fragmento de mi tiempo? Llego a ti con mi forma de mariposa, el aleteo sutil me lleva sin prisa, me aposento de cuclillas y no pierdo el equilibrio, me concentro en ello, busco el lugar perfecto, quizás el mejor será cerca de tu mejilla. Todo se sucederá en este día, en uno sólo, en el que como mariposa perderé la vida. Tu fragancia me va embriagando, tu presencia me contamina, el silencio nos envuelve, tú me sientes, te detienes, me miras, al verme comprendes que no quiero irme y necesito quedarme cerca en este día. El sonido de tus pasos vuelve a avanzar, marcamos el ritmo con los latidos de nuestros corazones que empiezan a sintonizar, el mismo latido, se entremezcla, todo en uno, acompasados este ritmo adquiere mucha más fuerza, tum tum-tum tum, el pulso se acelera. Crece una nueva sensación, el deseo empieza a arder fervoroso, las ganas de hacerte el amor invade toda mi vida, esta vida que me queda en este gran día. Necesito que te detengas, no paras, en ello no reparas, tus manos continúan en su movimiento perdido en el espacio en el que avanzas, yo las miro, mientras, sin pensar las necesito. La brisa respira y yo sólo en mis adentros deseo escuchar tus suspiros, perdiendo la noción del tiempo, del viento, de movimiento, del momento, posándote en mí con suaves, lentos y dulces gestos, adentrando en mi cuerpo, en todo mi universo, lo deseo, en este preciso momento, tum tum-tum tum, con locura, sin palabras, con tu sudor resbalando sobre el mío, tu piel pierde su aspecto, se fusiona sin más con las formas a las que te llevo, maldita sea, pero mi cuerpo no tiene peso. En un micro instante me despisto, mis alas pierden fuerza, el viento me lleva, no te das cuenta, tus pasos continúan, yo me quedo con tu recuerdo. La luz de mi vida se apaga igual que la del día, miro el sol que pretende marcar los límites de aquello que parece ser infinito, dulce va cayendo, que ironía, se adentra despacio, cálido, pornográfico y descarado, suda, se deshace, resbala sobre el mar, se pierde entre sus aguas, el silencio nace y extasiado se deja abandonar en la profundidad de su humedad. Mientras, mis pestañas aletean con el mismo movimiento de aquello que fue mi ser, el peso que tenía incrementa, siento los huesos entre las entrañas y la carne que ahora ya no necesito, de repente, sin más, surge de la nada, luego, muero, ya soy humana. En silencio aquí arrinconada, desnuda y sola, el deseo me ha perdido y no llegué a nada. Abrazada al suelo beberé de la tierra y adentrándome en ella viviré en este tormento que con tanto fervor se quedó dentro. Todo era deseo.

1 comentario:

toñi dijo...

Un deseo muy exquisito!!

Un beso