SIN PALABRAS



Dormías placidamente y yo sin más te dejé sin poder dormir tranquilo.
No tengo derecho alguno a hacer lo que te hice pero el ser humano es de condición egoísta, no supe hacerlo mejor, mal que me pese soy humana también. Te quiero pero no he sabido quererte y eso complica el resultado, no entiendo lo que siento y entre lo que necesito y lo que pretendo no hay acuerdo.
A lo largo de los años uno sabe lo que sabe pero nunca aprende lo suficiente, pues el camino es mucho más largo y en materia del amor parece que nada queda nunca claro.
La estima es extraña y más cuando no se trata de humanos, es distinto con los animales que pueden decirlo todo sin palabras, somos nosotros que no entendemos y pretendemos enseñarles el poco arte que tiene la parla. De mi mamo comes porque he podido darte calma, conectamos y eso me encanta porque a vuestro lado dejo de sentirme humana y eso a veces también me calma, como no, siempre de esta locura que llevo dentro con todo lo que habita en mi mente descerebrada. Ya no sé si hay instintos o controlamos que no los haya. La mejor duda siempre queda al preguntarse si seriamos más perfectos sin tanta civilización ya que en esas apariencias todo engaña. Nuestra conducta es primitiva y muchas veces penosa, nos perdemos en la irracionalidad y pretendemos tacharnos de racionales, no hay cordura en nuestros actos y la poca que hay se pierde en algo inexacto.

Mira como comes de mi mano, te amanso y tú me calmas, la energía circula siempre como buena medicina. Pero un día sin más di la espalda a otra bestia mansa que en mi vida también me alegró con sus días. Dormías placidamente y, hoy me preguntó si aún podrás hacerlo de la misma forma en la que yo te miraba. Yo humana a pesar de los pesares pero al fin y al cabo humana.

No hay comentarios: