NORWICH

NORWICH, queda lejos muy muy lejos de aquí, bueno quizás no es el lugar más alejado pero a mi me lo parece desde que se marchó a vivir allí. A la aventura, chica joven con las manos en los bolsillos, cansada de ver lo mismo en cada esquina se agarró a un tren de alta velocidad y, sin pensarlo viajó más allá de las fronteras que nunca imaginó traspasaría. Visto y no visto, sin darse cuenta apareció en un nuevo lugar, con una casa nueva, gente a la que conocer, sufrimiento en silencio durante algún tiempo mientras se instalaba en un lugar en el que a nadie importaba……..valiente muchacha que comparte vida con otras vidas que han ido a hacer lo mismo, en busca de qué, quién lo sabe pero en el fondo buscando algo que pueda dar más de lo que en la propia ciudad. Se desarraigo de su tierra y ahora vive dos vidas en una, compartiendo historias con otros que están igual. La veo y no la veo, ahora está y luego se va. Lejana queda ya, muy muy lejana, por más que nos intentemos comunicar la distancia nos separa, su vida es otra distinta ya, encontraría lo que buscaba, la veo feliz y eso me encanta porque en el fondo todos buscamos la Felicidad. Norwich, que lejana para mí ….., no conozco nada pero me importa mucho saber dónde está porque mi amiga se marchó a vivir allá. Dulce sintonía, con minutos de disfrute me acompaña en la lejanía, aunque no sé cuando volverá, no pierdo la esperanza porque otra gran amiga he ganado ya. En silencio la admiro y me siento orgullosa porque todo lo ha conseguido ya, la ví la última navidad y, por los poros de su piel se podía ver brillar esa codiciada Felicidad. Ojos grandes y azules que me besan sin césar, ese es el más bonito recuerdo que no puedo borrar, con sus pestañas largas y estiradas me da ese gran beso mariposa que nadie me ha conseguido nunca dar.